martes, 22 de octubre de 2013

Reflexiones sobre un viaje premeditado (II): "¿y por qué Corea?" Me siguen preguntando...

“¿Y por qué Corea?” He acostumbrado a responder a esa pregunta, ¿y por qué no?

Me es difícil hacerles ver por qué Corea, porque la mayoría de las veces no entienden, desconocen, o no ven lo que yo veo. Y es que para gustos los colores, aunque suene típico decirlo.

Corea del Sur no dispone de la fama de otros países del Este Asiático como Japón o China. Y son estos dos lugares los que sí residen en la conciencia colectiva de todo el mundo, a diferencia de Corea que a pesar de lo que puede ofrecer, no dispone de esa fama intrínseca que la dote del suficiente atractivo incondicional.

Cuando le mencionas a alguien estos países que gozan de gran fama, son capaces de hacer una asociación de conceptos rápidamente, pero dile aquí a alguien “Corea del Sur” y la mayoría lo máximo que llegarán a relacionarte es con el mundial de 2001 y esa caída de España en cuartos con dudoso arbitraje y triste final en tanda de penaltis perdida. Quizás alguno sepa relacionarla con las grandes empresas que circulan cada día por nuestro entorno en forma de móvil o automóvil, pero no mucho más allá, y todo esto descartando los comentarios del tipo “¿Eso es donde la guerra esa del gordito?”, y similares.

Los medios de comunicación también 'ayudan' a dar esta imagen limitada por sólo una serie de escasas ideas negativas, sacando la mayoría de las veces noticias sobre ella en relación a: posible guerra y conflicto, comer perro, estudiantes suicidas y cirugía plástica.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Reflexiones sobre un viaje premeditado.

Corea. No sé exactamente en que momento surgió. Ni el motivo exacto todavía. Quizás prodría decir para aprender, para compartir cultura, para conocer a gente... y toda esa serie de excusas que normalmente se mencionan cuando alguien te dice o te pregunta... "¿Por qué Corea del Sur?" "¡Eso está muy lejos!" "Estás loco." "Japón/China mola más." Y ese largo etcétera de preguntas, afirmaciones y exclamaciones que nunca faltan cuando le digo a alguien que estoy preparando un viaje a Seúl

Hace tiempo que tengo interés en viajar hasta allí, pero desde hace relativamente poco es cuando mi interés y ganas están creciendo a alta velocidad. Una pequeña ilusión se está convirtiendo en un sueño. Y dirá alguno: ¿una ilusión o un sueño... viajar? Pues así es. Como yo, otras muchas personas tienen esa curiosidad por las culturas ajenas a la propia, nos fascina lo distinto, nos encanta descubrir y nos llena probar cosas nuevas. 

No sé cómo, ni cuándo, ni por qué exactamente se dan ese tipo de ilusiones. Es difícil concretar algo así. Quizás sea un cúmulo de elementos que van llegando a ti y que se convierten en sensaciones. El hecho de saber que si quieres puedes lograr alcanzar esas sensaciones te da pie a intentarlo, de proponertelo de verdad y de saber que todo eso que has visto que te llamó la atención estará cerca tuya pronto, que podrás experimentar y salir de dudas de todas esas expectativas que te has montado en tu cabeza. Porque en realidad, no son más que eso, expectativas. Imaginación. Hasta que algo no se prueba, no se sabe exactamente como será. Puedes hacerte una idea, pero la mayoría de las veces nos hacemos ideas equivocadas, nos dejamos cegar por la ilusión y cuando por fin tienes lo que tanto deseabas, no te sacia por encima de tus expectativas.

Eso es lo que me gustaría evitar en este pequeño sueño que cada vez es más tangible de cumplir.

No quiero pensar que toda esa imagen que trasmite un lugar es tan ideal como puede parecer desde una película. Quiero mantenerme cuerdo, no voy a cegarme. Tendré ilusión pero no me dejaré llevar por ella. Lo tomaré como un viaje más, pero esta vez a un lugar un poquito más especial.

Que sea el propio lugar el que se encargue de transmitirme las sensaciones, y que no sea mi cabeza la que ya se las espere sin conocerlas.