Corea. No sé exactamente
en que momento surgió. Ni el motivo exacto todavía. Quizás prodría decir
para aprender, para compartir cultura, para conocer a gente... y toda
esa serie de excusas que normalmente se mencionan cuando alguien te
dice o te pregunta... "¿Por qué Corea del Sur?" "¡Eso
está muy lejos!" "Estás loco." "Japón/China
mola más." Y ese largo etcétera de preguntas, afirmaciones y
exclamaciones que nunca faltan cuando le digo a alguien que estoy
preparando un viaje a Seúl.
Hace tiempo que tengo
interés en viajar hasta allí, pero desde hace relativamente poco es
cuando mi interés y ganas están creciendo a alta velocidad. Una
pequeña ilusión se está convirtiendo en un sueño. Y dirá alguno:
¿una ilusión o un sueño... viajar? Pues así es. Como yo, otras
muchas personas tienen esa curiosidad por las culturas ajenas a la
propia, nos fascina lo distinto, nos encanta descubrir y nos llena
probar cosas nuevas.
No sé cómo, ni cuándo,
ni por qué exactamente se dan ese tipo de ilusiones. Es difícil
concretar algo así. Quizás sea un cúmulo de elementos que van llegando a ti y que se
convierten en sensaciones. El hecho de saber que si quieres puedes
lograr alcanzar esas sensaciones te da pie a intentarlo, de proponertelo de verdad y de saber
que todo eso que has visto que te llamó la atención estará cerca
tuya pronto, que podrás experimentar y salir de dudas de
todas esas expectativas que te has montado en tu cabeza. Porque en
realidad, no son más que eso, expectativas. Imaginación. Hasta que
algo no se prueba, no se sabe exactamente como será. Puedes hacerte
una idea, pero la mayoría de las veces nos hacemos ideas
equivocadas, nos dejamos cegar por la ilusión y cuando por fin
tienes lo que tanto deseabas, no te sacia por encima de tus
expectativas.
No quiero pensar que toda
esa imagen que trasmite un lugar es tan ideal como puede parecer
desde una película. Quiero mantenerme cuerdo, no voy a
cegarme. Tendré ilusión pero no me dejaré llevar por ella. Lo
tomaré como un viaje más, pero esta vez a un lugar un poquito más
especial.
Que sea el propio lugar el
que se encargue de transmitirme las sensaciones, y que no sea mi
cabeza la que ya se las espere sin conocerlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario