domingo, 16 de febrero de 2014

Buscando alojamiento: ¿Qué hay, qué descartamos y qué queremos?

Dicho esto, podríamos comenzar por aclarar un poco la idea de alojamiento que tenemos en mente, pues en los últimos meses hemos ido moldeando lo que queríamos y lo que no. Recordemos que nuestro presupuesto es bastante ajustado, y son bastantes días, es decir, no es una estancia larga, por supuesto, pero es más que una simple semanita viendo lo más popular de manera express y casi sin tiempo a meditar qué se está viendo o viviendo. 

Buscando en airbnb.es
Son 26 noches las que debemos hospedarnos. En principio, lo más barato, pero lógicamente no siempre lo más barato es lo más económico, ya que cosas como la situación geográfica, las instalaciones, el servicio extra que se ofrece, o incluso cualquier otro pequeño elemento del servicio que aparentemente no se le da importancia o se ignora, influyen bastante en esa apreciación económica, pues lo que verdaderamente importa a la hora de decantarse es que creamos que ese lugar tendrá lo que se conoce como buena relación calidad-precio. 

Después de varios días buscando y buscando y buscando todo tipo de alojamientos, en todo tipo de páginas especializadas en ello, se puede llegar a varias conclusiones: lo que hemos encontrado, lo que hemos descartado y lo que realmente buscamos. 


Lo que hemos encontrado: 

De todo. Desde hoteles con desmesurado lujo, hasta auténticos zulos sin ventanas que más bien parecían ser el cuarto de la fregona del establecimiento, pasando por todo el término medio de posibles alojamientos con más o menos servicios y comodidades en función del precio. A simple vista ante ti se extiende un gran abanico de posibilidades aparentemente infinito que da opción a gran variedad hospedajes.

Lo que hemos descartado: 

Una vez que empiezas a hacer una visualización general de lo que hay, automáticamente se activa ese mecanismo de descarte que, según tus gustos y el precio, empieza a juzgar lo que ves y mentalmente a decir "NO" a todo lo que remotamente se salga de tus posibilidades, o simplemente no te gusta lo que aprecias en las fotos, o quizás echas en falta algo que crees imprescindible para que tu estancia allí sea perfecta. Cuidado, porque si tienes ese mecanismo en modo "tiquismiquis" acabarás por desechar hasta el último rincón de la ciudad. No creo que exista la perfección en forma de hospedaje, ni de en nada existente en este mundo, así que toca tragar con que siempre habrá cosas que no gusten, pero que se subsanan con otras cosas que prevalecen en importancia.

Por supuesto, los extremos mencionados anteriormente quedaron descartados ya incluso antes de empezar a buscar. Ni podemos vivir en la opulenta vida coreana de hoteles adinerados (ni en Corea ni en cualquier otra parte del mundo, claro), ni nos haría mucha gracia dormir en una pocilga en la cual una rata te de los buenos días en siete idiomas diferentes (aunque ojalá una rata así, oye).

Buscando en booking.com

Ahora bien, dentro de este largo término medio de posibles alojamientos, todo lo que no este dentro de nuestro ajustado presupuesto se queda fuera también, por lo que se podría decir que simpatizamos más con la rata que con el lujo, obviamente.  

Lo que realmente buscamos:

Teniendo a priori descartada una buena parte de alojamientos, sólo queda indagar dentro de nosotros y elegir qué queremos, para así poder terminar de reducir aún más el abanico de posibilidades.

Esta es la parte más personal, ya que el gusto puede variar según cada uno, pero Corea precisamente dispone de una gran variedad de alojamientos donde elegir. Aún así, hay cierto tipo de factores que influyen directamente en una decisión como esta y que finalmente nos condicionan para decantarnos por una cosa u otra.

Y sobre esto último indagaremos en la próxima entrada...

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