Después de acabar nuestra estancia de 9 noches en Jongno-gu y pasar otras 3 noches más por la zona de Hongdae, era momento de hacer un viajecito por Corea del Sur para cambiar de aires, tomarnos unas pequeñas vacaciones de nuestras vacaciones. Y como era de esperar, que mejor que ir hasta la otra punta de la región y visitar la famosa ciudad costera de Busan.
Dejando atrás la genial Hongdae y el alojamiento que fue el mejor en el que estuvimos en todo el viaje (no tenemos material para un capítulo en condiciones pero ya hablaremos de este interesante lugar alguna vez), nos disponíamos a emprender un viaje en tren hacia el sureste de la península coreana. En principio habíamos barajado dos opciones, la más fácil, rápida y cómoda, es decir tomar el tren KTX, o para ahorrar tomar un autobús que te lleva también allí por mucho menos, pero tardando mucho más. Obviamente descartamos rápidamente el bus ya que no queríamos perder mucho tiempo para los 3 días que íbamos a estar allí.
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| Vamos en el KTX a Busan! |
Para ello nos dirigimos a Seoul Station y allí tomaríamos el KTX (Korea Train Express). Llegamos sobre las 10:30 a la estación y nos pusimos en una larga pero rápida cola, donde supusimos que era para sacar los billetes, ya que encima había unos carteles donde podía verse las iniciales KTX y la palabra Busan, entre otros destinos. Curiosamente vimos bastantes coreanos con su uniforme militar tanto en la cola como por toda la estación. Después de un rato esperando era nuestro turno, así que simplemente diciendo Busan y pidiendo en inglés lo más barato, la amable señorita de la estación nos dio nuestros billetes por un precio de 50.600 wons cada uno.
Nuestro tren era el que salía a las 10:50 por lo que aun teníamos 15 minutos para llegar al andén correspondiente. Por el camino justo antes de bajar a los andenes, vimos unos puestos para comprar comida que podías llevarte al tren para así comer durante el viaje. Estos puestos daban cierta variedad de comida coreana, se vendían unas bandejitas de plástico que combinaban bulgogi, arroz, kimchi, etc., cada alimento en su hueco en la bandeja, a modo de menú. Todo era bastante apetitoso, pero finalmente nos decantamos por comprar una de estas pequeñas bandejas de Gimbap.
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| Bandejita de Gimbap, ñam ñam |
Nada más entramos en el tren tuvimos nuestro primer error. Nos confundimos y entramos en primera clase. Todos nos miraban extrañados y rápidamente dijimos no, esto no parece que sea por lo que hemos pagado, y reconducimos nuestro recorrido hacia el vagón correcto. La verdad es que fue un viaje tranquilo y cómodo, unas dos horas y media de trayecto con parada rápida en alguna ciudad (en Ulsan).
Una vez llegados a la estación de Busan, bajamos del tren sin tener muy claro nuestro rumbo, como siempre siguiendo al principio a las multitudes y luego a la intuición. Pero antes de fijar la ruta que nos llevaría hasta nuestro alojamiento en esta ciudad, decidimos comer algo, así que salimos fuera de la estación y el primer lugar que vimos de comida rápida fue el elegido. En esta ocasión la cadena Lotteria, muy extendida por allí. Teníamos curiosidad de como serían las hamburguesas allí, y como era de esperar, como en cualquier otro tipo de establecimientos similares.
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| La fuente que te recibe en Busan |
Comimos y continuamos nuestro viaje. Destacar nada más salir de la estación la gran fuente de agua que hay en medio de la plaza junto a la entrada. Y por supuesto, destacar ese famoso cartel del policía petado de Busan, usando sus bíceps a modo de soporte para un columpio para niños.
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| Los bíceps que guardan por tu seguridad en Busan |
Lo siguiente era localizar el metro para ya situarnos y dirigirnos a la guesthouse que teníamos reservada. No fue complicado ya que Busan dispone de sólo 4 líneas de metro y rápidamente tomamos el camino correcto. Por el camino pudimos ver como una señora mayor se colaba en el metro sin pagar, agachándose por debajo de los tornos. Un señor mayor que sólo hablaba coreano nos intentó ayudar a coger el camino correcto y nos dio un mapa del metro. Otras dos señoras se sorprendieron del pequeño tamaño de mi cámara de vídeo. Otro señor mayor nos mandó a bajar la voz en nuestro viaje en metro. Etc.
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| Viajando en el metro de Busan |
Nos bajamos en Daeyeon y caminamos hasta muy cerca del Memorial Cementery, callejeamos un poco hasta por fin dar con Kim's House 2nd. Esta vez tocaba compartir habitación con otros dos turistas, cada uno en una litera. El alojamiento estaba muy bien en cuanto a relación calidad-precio, además solo iban a ser 2 noches descansando aquí y nos pasaríamos todo el día fuera visitando de manera exprés todo lo que nos diera tiempo.
Vídeo del capítulo 10:
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