martes, 15 de septiembre de 2015

Next Corea | Capítulo 11: Primer día en Busan

Después de viajar al sur de Corea del Sur para llegar a Busan, era momento de disfrutar un poco de los atractivos turísticos que nos podía ofrecer esta interesante ciudad costera.

En el alojamiento, una vez hecho el check-in, nos enseñaron y explicaron detalles de nuestra Guesthouse. Justo cuando nos disponíamos a salir a la aventura por Busan, la amable mujer del alojamiento nos sacó un mapa y nos recomendó dos itinerarios que podríamos seguir en estos dos días, así como los autobuses que teníamos que coger para llegar a los lugares. Sin dudar decidimos seguir sus consejos turísticos, ya que también varias de las cosas que nos comentó las teníamos pensadas antes de llegar.

Taejongdae Park
Así pues salimos y empezó nuestro camino hasta la parada del bus correspondiente. Estábamos tan acostumbrados a usar siempre el metro en Seúl, que ahora se nos hacía extraño pillar el bus en una ciudad en la que estábamos muy desorientados todavía. Pero teníamos un objetivo y tendríamos que tirar de intuición. El primer lugar que visitamos fue Taejongdae Park, que es un parque situado en una gran isla con diferentes cosas que ver.

Y por fin nos acercábamos al mar en Corea
El autobús cruzó el puente y empezó a recorrer las calles de esta zona de Busan, un camino que se nos hizo un poco largo, debido a la incertidumbre de no saber donde estábamos y no saber donde teníamos que bajarnos exactamente. Igualmente, agudizando un poco el oído, contando las paradas que quedaban según el cartel del recorrido (en coreano) y dejandonos llevar por la multitud, lo conseguimos. Por el camino un señor mayor coreano parece ser que discutía con el conductor por un tema que desconocemos, o quien sabe, quizás fueran amigos y ellos se hablaban gritando.

La niebla se comía las montañas y acantilados de la isla
Llegamos a la entrada del parque, una caminata nos esperaba hasta una zona donde podías elegir dos formas de visitarlo. A pie, subiendo cuesta arriba parte por parte, o en un coche-tren que circulaba y te dejaba en las paradas de las zonas a visitar. Obviamente cogimos esta opción, ya que por solo 2000 wons tenias un ticket que te servía para coger el tren, subir, bajar e ir parando en cada sitio.

Antes de hacer cola y subirnos, nos compramos un tentempié. Unos gofres, no muy buenos la verdad, pero adormilaron el hambre hasta la hora de cenar. La cola fue avanzando y una vez subidos en el vagón de nuestro tren esperamos hasta bajarnos en uno de los sitios que queriamos ver primero, una zona que tenía un mirador hacia el mar desde lo alto de un acantilado donde se apreciaban unas vistas espectaculares.

En este lugar había, además del mirador y un sitio donde comprar cosas que comer, un museo con fotos de una chica en diferentes situaciones, no entendimos muy bien nada de eso, pero bueno, seguimos nuestro camino hasta el siguiente punto. 

En vez de pillar el tren hasta la siguiente parada caminamos, ya que no estaba muy lejos de allí uno de los lugares más conocidos de este parque, donde hay un faro y puedes bajar hasta unas rocas muy cerca del mar. 
En esta zona también hay muchos elementos para observar por el camino que bajaba hasta el faro y las rocas. Fuimos haciendo el recorrido hasta llegar y disfrutar de unas increíbles vista, que nos dejó con una muy buena sensación por haber llegado al objetivo que teníamos previsto.

Roscas que forman acantilados junto a un camino que te lleva muy cerca del agua.
Muy cerca de allí, también junto a un camino que te llava hasta abajo, había unas rocas que servían de superficie para un peculiar restaurante, donde te podías comer pescado fresco y así disfrutar de una comida sentado junto al sonido tranquilizador del mar, curioso, no lo probamos pero lo dejamos pendiente para la próxima vez.

Sentado en esas "alfombras" en las rocas puedes degustar rico pescado fresco de Busan
Seguimos recorriendo la isla, pero ya nos estábamos algo cansados de este ambiente y nos apetecía seguir con el itinerario que teníamos previsto. Volvimos sobre nuestros pasos, pillamos el tren de la isla, luego el bus y salimos al punto inicial. Desde aquí nos dirigimos a nuestros siguiente objetivo: Jagalchi Market.

El mercado más grande de marisco y pescado de Corea
Mala suerte que la parte interior del mercado ya estaba cerrada a esa hora, o eso parecía. De todas formas en la parte exterior todavía había innumerables puestos, con sus dependientas que te veían pasar y te invitaban a comprar su fresco pescado. Cámaras de televisión haciendo algún reportaje sobre el mercado grababan el proceso de servirlo, entrevistaban a alguna tendera, etc. Podías ver como preparaban el pescado, delante de ti lo matan y elaboraban hasta servirlo en tu mesa.

Después del recorrido por el mercado, empezamos a alejarnos de allí y a perdernos entre las calles de
alrededor mientras buscábamos nuestro siguiente objetivo: Busan Tower.

Está situada en Yongdusan Park, que desde nuestra posición en ese momento nos fue difícil encontrar. Pero finalmente, tras muchas vueltas por diferentes calles e incluso visitar un templo que encontramos por casualidad por el camino, lo conseguimos y empezamos a subir la montaña que albergaba el parque. Arriba además de la torre podías visitar otros puntos de interés y otros elementos, y al igual que en Seúl tenían también sus propios candados del amor, aunque no tan exagerado como en Namsan. 

Compramos nuestro ticket en la taquilla correspondiente y subimos en el rápido ascensor que te lleva al mirador. En esta ocasión no había una pantalla que reproducía un frenético vídeo de un viaje por el espacio hasta llegar a la cima, como en Seúl, no, simplemente subes. No había muchas expectativas que lo que podíamos ver aquí, pero a pesar de ello nos impresionó, aunque esta torre no fuera tan completa, la panorámica que se veía era increíble. Podían apreciarse todas las calles y las luces se perdían en el horizonte por las montañas de Busan.

Wow!
...Shenron, eres tú?

Y esta foto no sabía dónde meterla... ahí la dejo.

Una vez disfrutado lo suficiente este lugar, se nos hizo tarde y volvimos al alojamiento donde terminamos descansando por fin de este completo día, deseosos de lo que nos esperaba al día siguiente.



Vídeo del capítulo 11:

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