Después de echar la mañana visitando el Templo Haedong Yonggungsa teníamos como objetivo ir a ver alguna playa en Busan. Aunque muy cerca de la zona del templo teníamos una playa, decidimos desplazarnos hasta una de las más famosas, la Playa de Haeundae.
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| Me salió una fotaza, qué quieres que te diga |
Volvimos sobre nuestros pasos hasta la parada del bus, contamos en el cartel cuantas paradas tenía que hacer hasta nuestro objetivo, y como siempre a la aventura. Llegamos sin problemas y caminamos para aproximarnos a la playa. Antes de llegar vimos una especie de promoción de la marca de cerveza HITE, la cual consistía en lanzar dardos a una diana y según la puntuación obtienes premios. Tras esperar la cola Víctor probó suerte y fracasó, se llevó el premio mínimo, unas toallitas.
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| Playa Haeundae, sombrillas por doquier |
Cruzamos un par de calles más hasta llegar por fin a la playa. Lo primero que llama la atención es lo perfectamente puestas que están las millones de sombrillas que cubren casi toda la arena. El otro objeto que destaca son los flotadores amarillos que inundan el agua. A los laterales de la playa se alzan altos edificios que consiguen adornar aun más esta impresionante panorámica. En cuanto la vimos supimos por qué este kilometro y medio de arena se considera la playa más popular de Corea del Sur.
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| La tarde llega y la playa se despeja |
Mientras caminábamos por la playa a nuestra derecha vimos un gran cartel donde ponía: Busan Aquarium. No dudamos ni un momento y nos pusimos en la cola. Una vez dentro empezó nuestro recorrido por las instalaciones del acuario, junto con la entrada nos dieron algún tipo de folleto y un librito para sellar en diferentes zonas para localizar a los animales, algo ideal para que los más pequeños se entretengan, pero igualmente nos apuntamos al juego y sellamos todas las páginas.
Pudimos ver muy diversas especies, pingüinos, nutrias, rayas, tortugas, tiburones, pirañas, medusas, pulpos, caballitos de mar, y miles de peces que desconocemos.
Una vez recorrido el acuario nos volvimos a dirigir hacia la playa, con destino a otra playa. Esta vez la playa Haeundae estaba más vacía que antes. Empezamos a recorrerla por la orilla hasta llegar a un camino de madera que pasaba junto a una zona de rocas, rodeando el parque Dongbaek. De este camino destacamos la sirena sentada en las rocas, donde un señor pescador hacia sus labores de pesca.
Terminado este rodeo al parque nos topamos con altísimos edificios que sólo con mirarlos causaban vértigo. Cerca de ahí un equipo de rodaje estaba guardando su equipo pues habían estado grabando algún tipo de programa o escena de película junto a estas increíbles vistas. Continuamos nuestra larga caminata rodeando la costa en buscan de la siguiente playa. Fue un camino largo pero mereció la pena por el todo el ambiente que se concentraba pegado al mar.
Finalmente llegamos a nuestra última parada, la playa Gwangalli. Tuvimos la suerte de que justo hoy en esta playa había un especie de festival de música o algo por el estilo, y cuando llegamos estuvo tocando el famoso grupo 10cm. La playa estaba abarrotada, había muy buen ambiente y el concierto fue la guinda del pastel para acabar este completo día que habíamos pasado caminando y disfrutando de una ciudad a la que volveremos sin lugar a dudas.
Vídeo del capítulo 13:
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