sábado, 29 de abril de 2017

Next Corea 2 | Capítulo 6: Volviendo a Seúl, nuevo alojamiento y Taco Bell


Y se acabó Busan. Dejamos atrás una bonita semana llena de nuevas experiencias y retomamos nuestro principal destino en este viaje. Un largo mes nos esperaba en Seúl.

El día anterior a nuestra despedida en Busan había que dejar preparado dónde viviríamos el resto del viaje en Seúl. Aún no teníamos donde quedarnos y buscar alojamiento de un día para otro encarecía precios o hacía que los más baratos estuvieran ya ocupados.

Desde el principio íbamos con la idea de quedarnos en un tipo de alojamiento llamado Goshiwon, pero había que buscar y encontrar uno muy barato. Por la tarde, una de nuestras amigas coreanas de Busan nos ayudó en la búsqueda. Mirábamos en una web coreana de goshiwon para buscar los que más se acercaban a nuestro presupuesto y lugar donde nos queríamos quedar, hicimos lista y nuestra amiga llamó a éstos para ver si había sitio disponible y si los precios eran de verdad tan bajos.

Llegando a la estación central de autobuses de Busan

Tras una dura búsqueda, encontramos la más barata del barrio de Hongdae, algo difícil, pues esta zona tiene una gran demanda de este tipo de alojamientos y los precios suelen ser altos. Además, ya teníamos la primera noche en Seúl reservada en la misma zona, en otro alojamiento tipo guesthouse para quedarnos un día y luego ir a la goshiwon elegida.

Con todas las reservas hechas solo tocaba esperar nuestro regreso a Seúl. Nuestro objetivo era coger uno de los autobuses más tempranos, así que debíamos salir hacia la estación a las 6:30 de la mañana. ¿¿Levantarnos temprano?? No, simplemente no dormimos esa noche. Entre el trastorno que aún arrastramos del viaje, el ritmo de estos días y las horas nocturnas que le dedicamos a la edición de los vídeos, fue fácil llegar hasta esa hora sin descansar. Un café y listos. Preparamos la maleta y nos dirigimos hacia la estación de Nopo.

Si no os importa tardar el doble, mejor bus que tren, ¡cuesta la mitad!

Mientras esperábamos en la estación de autobuses algo muy curioso nos ocurrió. Estábamos picoteando algo de los puestos de la estación y una mujer coreana se nos acercó. Desprendía cierta inseguridad pero nos preguntaba cosas: “¿de dónde sois?” “¿Estáis viajando por Corea?” “¿Dónde vais ahora?” Y otras preguntas así. Quería saber si estábamos interesados en hacer unos tours que ofrecía, o algo así. Le dijimos que no nos interesaba, que ya volvíamos a Seúl y no viajaríamos más. Pero ella insistía. Sacó una tarjeta, del Museo Nacional de Gyeongju, con su nombre y datos para localizarla, por si alguna vez estamos interesados. Ella se fue, pero la cosa no acabó aquí, 5 minutos más tarde vuelve a reaparecer con dos botellitas de zumo compradas en una máquina expendedora de la estación y nos las regaló. ¿Por qué? ¿Para insistir aún más? ¿Demostrar su amabilidad? ¿Una costumbre de los agentes turísticos coreanos? ¿¿Nos quería envenenar?? Ni idea, pero no pudimos negar su amabilidad, y el zumo estaba riquísimo. Curiosas técnicas comerciales se gastaba, ¿será que se paseaba por las estaciones con ese truco para atraer a clientes o fuimos la excepción?

Alojamiento recomendado... si te toca una buena habitación.

El resto del viaje fue tranquilo, y más porque lo pasamos casi todo durmiendo lo que no habíamos descansado por la noche. Igual que en la ida, paradita en la estación de servicio, algo para picotear, ir al baño y a continuar sobando. Un total de 4,5 horas y llegamos.

Fuimos a Hongdae, hacia el alojamiento Patio 59. Este fue uno de nuestros alojamientos favoritos en el viaje de 2014. Era perfecto: cómodo, tranquilo, con televisión, Internet rapidísimo, ducha propia, céntrico… Sólo estaríamos un día, pero así descansaríamos antes de nuestro asentamiento definitivo en el Goshiwon.

Una habitación cómoda pero con cierta decepción

Al final no resultó ser tan perfecto en esta ocasión. El staff tan amable como siempre, eso sí, pero la habitación que nos tocó dejaba mucho que desear comparada con la otra vez. El cuarto tenía humedades, el baño era un poco incómodo y la televisión no funcionaba, aunque las camas eran cómodas y el aire acondicionado funcionada, por lo que tuvimos suficiente para descansar.

Nuestro resumen en este tipo de días era editar y dormir a extrañas horas. Por la noche fuimos a despejarnos cenando en un Taco Bell, para cambiar un poco de tanta comida coreana y comer algo de fast food en esta cadena a la que ya nos aficionamos en el primer viaje. Lo interesante de estos restaurantes es ver qué tipo de alimentos habían adaptado a la gastronomía coreana en un intento de hacer algo propio y a la vez innovar. En este caso destacando la quesadilla de kimchi. Mmm, demasiado arriesgado pedir eso. Nos limitamos a pedir los menús de siempre y a disfrutar.

Kimchi Cheese Quesadilla. La próxima vez voy a probarlo

Cenamos gustosamente nuestros tacos, con bebida ilimitada y volvimos al alojamiento. Mañana nos esperaba un interesante día de tratar de comunicarnos con la casera de la Goshiwon, un gran reto para nuestro escaso conocimiento de coreano y su escaso conocimiento de inglés.



Vídeo del capítulo 6:

No hay comentarios:

Publicar un comentario